Archivo de la categoría: Coscullano

Sarmientos y flores

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Las cepas de troncos ensortijados por la fragua del sol y el yunque de la luna. Las plantó mi padre cuando tan solo eran frágiles vástagos, con sus manos encallecidas por el arduo trabajo del campo que le tocó vivir. Las flores amarillas, llegaron como los nidos de barro de las golondrinas bajo los maderos de la techumbre del aprisco…. Leer más »

Cambiar de lectura

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Mirar la niebla, es como leer un texto sin verbos, con el mismo adjetivo. Cambiar durante unas horas de lectura, cuando el sol entreabre el libro riman los versos en la orilla de esa mar de nubes bajas, al finalizar la pleamar los sembrados centellean, el clic de la cámara se afana como rastrillo de mariscador. El manzano todavía niño,… Leer más »

Entre manzanos

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Tierras domesticadas a golpe de azada y de “estralela”, en manos encallecidas del labrador. Como en el juego de infancia: “un, dos, tes, chocolate inglés”, cuando te das la vuelta, han crecido tres chopos, dos zarzales  y una aliaga con afiladas agujas amarillas. Uno de los manzanos hastiado de ser siempre el mismo frutal, curva todas sus ramas como una… Leer más »

Martes 14, diario de poda

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Hoy la niebla levantó su muralla portátil de átomos líquidos, bajo al castillo de Montearagón. Sus arqueros disparaban flechas de vértice escarchado, que no lograban alcanzar los pueblecitos alzados sobre el pedestal del pie de la Sierra Guara, que los acerca un poquito más al sol. Los cajicos resplandecían, sus hojas caducas ya doradas, permanecían en las ramas sarmentosas, desafiaban… Leer más »

Día de poda

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Amanece el campo con ese frágil envoltorio de finos cristalillos con sus caprichosas formas geométricas, que tejen la Luna blanca con seda escarchada bajo el candil de Casiopea. El Sol sonriente lo abre como si fuese un regalo en las manos de un niño, deja a la vista los sembrados irisados, como si los hubiese regado el hombre de hojalata… Leer más »

Sembrar ajos

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Las nubes con sus geometrías eclécticas  se deslizaban con algarabía sobre la nieve de las laderas de la Sierra Guara, como niños en sus trineos en las pistas de Panticosa. El cierzo de los días anteriores con su bramido de dunas del desierto nocturno, ha permitido labrar el huerto. Sentir de nuevo bajo los pies la tierra esponjosa, respirar la… Leer más »

Entre borrascas

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Rema enervado el cierzo en su viejo galeón, que cruje en el cielo tachonado. Abandona su embarcación de átomos líquidos, amarrada con una maroma trenzada con hebras de copos de nieve en la Sierra Guara. Se sube sobre los raíles etéreos y silba entre las carrascas, los robles, los olivos…, como una locomotora de vapor que parte de la estación… Leer más »

El hortal

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Silabeo el sustantivo hor-tal. Mis padres, mis abuelos…, cultivaban en él hortalizas. En una burbuja de calidez bajo la escarcha del otoño, siembro un pedacito de primavera. Al abrir el iglú, las hortalizas me dicen que son anacrónicas. Yo las escucho con una sonrisa en mis labios de asombro. Apostillan: “¡Tampoco te extrañes!, también utilizas este recurso sobre la hoja… Leer más »

La naturaleza, ejemplo de reciclado

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Avanza el otoño, rema en sus góndolas de hojas secas, sobre una mar de gramíneas que mis manos no sembraron. Allí bajo la copa del nogal, con sus ramas nudosas, desnudas, permanecen varadas, al amanecer ya cubiertas de rocío irisado. Se fundirán en un abrazo eterno con la tierra y saciarán la voracidad de las raíces del frutal, para brotar… Leer más »

Platero: Viaje a ninguna parte

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Hoy Mariano, el abuelo, me ha atado corto a dos metros del olivo más longevo. He pasado una mañana entretenida viéndolo ir y venir con José. Cuando hemos llegado la tierra estaba escarchada. Su primer cometido ha sido encender una buena fogata con los restos de la poda del año anterior, crepitaba y petardeaba por la humedad, para poder calentarse… Leer más »

Primeras herramientas

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Admiro esos troncos de los olivos con su corteza contorneada por los pliegues, como la delicada piel del abuelo centenario. Cada vez que voy al olivar no me canso de escudriñar  entre sus recovecos, como si fuesen el baúl olvidado en un rincón del desván, en el cual dormita un jirón de historia bajo una fina cutícula polvorienta. Algunas veces… Leer más »

La recogida de la oliva

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La luna de candil con su regadora de hojalata dejó las aceitunas escarchadas, al amanecer te reciben con una sonrisa irisada en sus labios. En el cuenco de mis manos las olivas ya carmesís, su tacto suave sobre las yemas de mis dedos como abalorios de azabache, olivos centenarios que cuidaron mis padres, mis abuelos, mis bisabuelos… se respira la… Leer más »

Crecer bajo la escarcha

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Cuando mi padre dejó de cultivar el huerto por los achaques de la vejez, tras la puerta de roble, junto a la cariñosa enredadera que todo lo estruja,  quedaron en desuso  los arcos metálicos que usaba para cimbrear los pequeños invernaderos, para proteger  las hortalizas del abrazo escarchado. Ayer los despojé de una fina patina de óxido que los envolvía… Leer más »

Fotograma a fotograma

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Déjame ser olivo de ribazo, de corteza curtida como las manos sarmentosas del labrador. Con mil anillos en el corazón de mi leño, para contemplar fotograma a fotograma ese paisaje estacional que viaja en un tren lento, por el raíl de la esfera del reloj, que se detiene en el mismo andén siglo tras siglo, y como un parpadeo del… Leer más »

Mañana de poda

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Hoy me enfundo los guantes de cuero de trabajo para podar la parra del antiguo corral, ataviada con su clámide otoñal, no porque sean las fechas idóneas para realizar esta faena, sino porque en los sarmientos nudosos hay millares de hojas secas amarillas, como pequeñitas góndolas en la Plaza de San Marcos, que en los días de viento y lluvia… Leer más »

La cocinilla de leña

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En un rincón de la cocina permanece en silencio la vieja cocinilla de leña. Ya no crepitan los leños de olivo, de roble…, en sus entrañas, ni borbotean las ollas con acelgas sobre la plancha metálica con su beso de labios de Vesubio. La historia la ha relegado a ser un elemento ornamental, como el viejo pupitre de la escuela… Leer más »

Día de Todos los Santos

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En mi maleta de equipaje ligero no hay espacio para pétalos de rosa ni espigas de trigo, déjalos sobre mi lápida que al atardecer los cipreses me alcanzarán tu recuerdo y veras mi sonrisa a la luz de Casiopea y la Luna blanca. José mariano seral

En el huerto

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El membrillo amarillo como marcapáginas de poemario, separa la hoja seca del pétalo escarchado y la oliva que madura. José mariano seral

Náufragos de hojalata

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–    ¡Hasta el año que viene! – Con una sonrisa en el semblante se despedía siempre mi padre del olivar, al finalizar la campaña de recogida de la oliva. Hasta que un año por los achaques de la vejez fue el último. Allí bajo  la visera de una roca arenisca, al abrigo del covacho, quedaron una escalera de roble de… Leer más »

Ir y venir

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Los verbos ir y venir detuvieron el sisear de los aspersores, dando alas a los gorriones en su ir y venir, como en un parpadeo de pupilas picotean las pipas gozosos. El pose de maniquí  hipnótico de los girasoles detienen mis huellas en su ir y venir, para contemplar la belleza de un lienzo tal vez de Vincent van Gogh…. Leer más »

El fruto del recuerdo

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Este sábado tocó varear los nogales del hortal. Las manos encallecidas de mi padre los plantaron. Los vimos crecer juntos. Los labramos, los regamos, cuando su tronco se torció los enderezamos, como el progenitor corrige a su retoño. Él, mi padre, emprendió el último viaje el de equipaje ligero como decía Machado en sus versos, antes de verlos dar fruto…. Leer más »

Chispitas

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Mientras Adela fregaba la loza tras la comida, Chispitas maullaba frente a la puerta que daba acceso al corral, en pose erguido como una soprano en una ópera de Verdi, hasta que Alela la dejaba salir. Cuando volvía Pepito del colegio le preguntaba a Adela, al ver que no andaba por la casa ni por el corral: –    ¡Mamá! ¿Dónde… Leer más »

La herradura oxidada

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Hoy al caminar por los antiguos caminos de mi pueblo, al visitar un viejo horno de cal, donde cocían las rocas para obtener cal viva, me encontré con un pedacito de una herradura oxidada como reseña del pasado. Mientras me detenía para recogerla con delicadeza con la yema de mis dedos, como si fuese un pergamino en la biblioteca de… Leer más »

Labrar

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Un pedacito de suelo del campo en el cuenco de la palma de mi mano, damajuana de nutrientes, de moléculas de lluvia, vientre de la semilla dorada de trigo, del pan de cada día. Bajo mis pies la tierra esponjosa que dejó la reja, al girar la testa recuerdos de huellas de herradura, el eco quedo de la voz de… Leer más »

Pastoreo

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Detener el estruendo  del motor del tractor, el maullido de la motosierra…, para escuchar el batir de las hojas del nogal, del roble, mecidas por la suave brisa…, atender  al canto del petirrojo, como el marinero que para el motor de su falucho para oír la mar. En lontananza el grácil  tintineo campanil de las esquilas de un rebaño que… Leer más »