San Cosme 2019

Caminar por antiguos caminos de herradura recorridos en antaño por los moradores de Coscullano. Contemplar el lienzo primaveral adjetivado por los matices del pincel que la mano de la climatología y del labrador dispusieron ese año, cuadro engarzado por el mismo marco de roca caliza azulada de la Sierra Guara, cincelado con el fino buril de la lluvia. Leer entre líneas la reseña histórica de los esconjuraderos de la Cruz Blanca y de la Cruz Cubierta. Tomar un refrigerio en la Fuente Santa bajo el sosegado murmullo del hontanar, admirar el mutismo de helechos y musgos irisados por los destellos solares, filtrados por la cortina vegetal e impregnarse del misticismo del Santuario.