Tomás Nevinson
Acabo de finalizar la lectura de la novela “Tomás Nevinson”, de Javier Marías. Cuando leí la contraportada en un stand de la Feria del Libro de Huesca, debo reconocer que por unos instantes dude en si comprarlo o no, ya que el marco en el cual se encuadra la acción, no es santo de mi devoción, pero al ser uno de los escritores con lo que más disfruto con su prosa, inclinaron la balanza hacia el sí.
Mi opinión:
Es como subirse a un vagón remolcado por una locomotora impulsada por una biela encerada con un lenguaje preciso, pausado y que avanza inexorable devorando el rail de la trama. De andén en andén transcurre el paisaje de la novela, se intercalan retratos retrospectivos entre fotografías jaspeadas de lágrimas y dolor, que narran la encomienda de un agente de los Servicios Secretos, que se atavía con una gabardina que le confiere otra identidad. Acontecimientos que atrapan tus pupilas tras esa ventanilla a través de la cual pasa el argumento, que te va absorbiendo hasta que llegas al final del trayecto y a pesar de ser un viaje de 677 páginas, termina por hacérsete corto y antes de bajarte al apeadero, permaneces arrellanado en la butaca saboreando el itinerario literario recorrido.
Sin ningún tipo de duda recomiendo su lectura.
josé mariano seral