Esperar
Levantar la vista en un vuelo sigiloso que va del monitor hasta el cristal de la ventana, para posarse en el alféizar y contemplar la calle desierta. Tras dos parpadeos vuelvo a posar la vista entre las carpetas de mis documentos y busco una imagen de archivo para ilustrar este escrito.
Aguarda impaciente la semilla en el surco a que salga el sol para germinar, la golondrina a que amanezca para lanzar al aire sus alegres trinos como corcheas y semicorcheas en un compás sobre el pentagrama desde el anfiteatro de su nido de barro.
En la vida siempre hay que ser paciente, son muchas las ocasiones en la que nos toca esperar.
Unas veces la demora puede ser larga como ver medrar el árbol que plantaste en tierras fértiles, en otras ocasiones puede ser fugaz, como permanecer frente al semáforo hasta que se ponga en verde, otras es indefinida, como al clicar para descargar un archivo en Internet que nos urge.
Hoy toca conjugar el verbo esperar con diferente predicado bajo el paraguas de la gramática.
j. mariano seral