Zarpan con premura las nubes varadas en las escarchadas crestas calizas de la Sierra. Reman los atléticos átomos de agua con sus palas de cierzo, como galantes gondoleros frente a la plaza de San Marcos, con sus recamados antifaces carnavalescos. A popa una efímera estela de pétalos de amapola se amortigua en tu pupila, como el eco quedo entre las dunas del desierto, a proa, al estirar la yema de los dedos por la borda, despierta el embriagador almizcle a camomila.
j. mariano seral
Versos tras las nubes
Comentarios desactivados en Versos tras las nubes