Todo un honor haber colaborado en la revista Tierra de Monegros, https://www.tierrademonegros.es/nuestra-revista, con el siguiente poema:
Labrador.
Tierras recalentadas bajo el fulgente Sol,
tierras áridas de átomos de salitre.
Llega la mano infatigable del colono,
mano noble que cultiva,
entra la reja en el surco
sazonado por la lágrima del esfuerzo;
presencia que engendra pueblo,
rompe el silencio de la estepa,
el llanto del recién nacido en la cuna;
mano infatigable que teje,
dando puntadas, con aguja de bruñido filo,
caminos, canales, acequias.
Una yegua, una vaca, un carro
son el punto cero cero.
Agua alquimista que sana la campiña estéril,
mano alegre que siembra la semilla
de maíz, de alfalfa, de arroz;
sisea el aspersor que va y viene
con su lluvia irisada,
ante el horizonte rectilíneo de las pupilas.
El vergel multicolor coloniza las tierras pardas
enardecido dibuja efímeras olas al viento
en las suaves terrazas y bancales.
Labrador polifacético.
Su buen hacer
demanda las ciencias del saber;
labrador que da vida al campo,
que da vida a los pueblos;
labrador que modela el paisaje
como el alfarero el barro;
labrador que lleva la tierra en el corazón.
j mariano seral