Ser un poco hormiguita

      Comentarios desactivados en Ser un poco hormiguita

Hormiguitas

A pesar del prematuro frío otoñal, la hormiguita no se amilana y sale al amanecer  a recoger afanosa granito a granito el trigo que al labrador se le ha desperdigado, como si fuesen las espigadoras de antaño. Levantan sus antenitas cuando las observo, están alegres, hoy han tenido suerte. Sin railes, sin cordeles, desciende por la hendidura excavada en el hermético hormigón, como mineros con mochilas en sus espaldas se descuelgan a la galería, donde almacenan las provisiones para el crudo invierno, como si fuesen vocales y consonantes que una vez más reescriben la fábula de la hormiga y la cigarra.
j. mariano seral