Asir del surco con las yemas de mis dedos, con delicadeza, ramilletes de vainas esmaltadas en pigmento crema, que cascabelean como maracas de la Topolino Radio Orquesta, interpretando Dos gardenias para ti.
Brisa matinal perfumista, con suave almizcle a garbanzo envainado en pequeñitos odres.
Dejarlas extendidas bajo los labios almibarados de Vulcano.
Crepita la vaina preñada que da el fruto de la madre Tierra.
El susurro quedo del cierzo, da alas de mariposa a las briznas que vuelan, vuelan, dejando las semillas a mis pies, que tamborilean como baquetas sobre timbal al caer en el pozal, en antaño de hojalata.
José mariano seral
La recogida del garbanzo
Comentarios desactivados en La recogida del garbanzo