Frente al Monumento de la Paz suena la partitura bajo los acordes de la Banda de Música de Huesca, los Danzantes ejecutan con precisión cada uno de los bailes: el de las Cintas, el de las Espadas, el de los Palos… El numeroso público se aglutina en torno a los Danzantes, los acompañan en el ritmo con un toque quedo de palmas. Nadie se lo quiere perder, los más niños piden a sus papás que les aúpen sobre sus hombros.
Frente al Monumento de la “Paz”, la música, el dance, la fiesta, quieren ser un granito que contribuya a la eclosión de esa palabra tan bonita, “PAZ” y que vuele, vuele, vuele, sobre las corcheas, sobre las sonrisas, sobre las nubes blancas y se extienda por el cielo azul de Casiopea bajo la atenta mirada de la Luna blanca, hasta el último rincón del Mundo entre las Lágrimas de San Lorenzo.
Frente al Monumento de la Paz…
j. mariano seral