Este año me he perdido ese fotograma a fotograma semanal del crecimiento de los campos de cereal, hoy:
Contemplo las espigas,
esa palabra mágica preñada que se corva
bajo el yunque de la candente fragua del sol
y el cántico de los grillos.
Las suaves yemas de los dedos de la brisa
las mece hoy con ternura de este a oeste,
dibujando olas doradas
que rompen en el malecón del ribazo
con un cascabeleo quedo,
bajo la sonrisa escarlata de los flamígeros pétalos de las amapolas.
j. mariano seral
Espigas