Hoy ha emprendido el último viaje, el de equipaje ligero como decía Machado en sus versos, Don José María Aso, el que fue durante varias décadas el párroco de Coscullano, Sipán, Loscertales y La Almunia (entre otras ocupaciones). Una persona buena, humilde, sencilla, polifacética, siempre estuvo con la gente en los momentos de alegría y en los de dolor y tristeza.
Supo transmitir sus valores, contribuyendo con su granito de arena a construir una sociedad mejor, con reglas tan sencillas como saber que está bien y que está mal, que es justo y que es injusto.
Le digo hasta la vista con un poema que escribí el 8 de enero del 2012, en su última eucaristía que celebró en el pueblo, cuando presentó al párroco que le iba a sustituir.
A DON JOSÉ MARÍA ASO (8 de enero del 2012)
Tañen las campanas
un domingo más,
cánticos en la iglesia,
voces en alegre melodía,
entonan notas de melancolía,
entonan notas de nostalgia,
en un día de despedida,
se oculta la lágrima contenida,
tras la sonrisa emotiva.
Mirando en la memoria,
recordando tantos años en armonía,
suena a triste alegría,
sabiendo que sigue la mano tendida,
aunque en tus pueblos no celebres misa.
En la tez de tus feligreses una sonrisa,
como muestra de amistad,
como muestra de agradecimiento,
tras tantos años compartiendo sentimientos.
El buen pastor a su rebaño guía
por verdes veredas,
al igual que don José María
a sus feligreses aconseja.
Bebe el alma sedienta
de la pureza de su sabiduría.
Se reconforta el espíritu en su palabra.
Bondad emana su mirada,
valores humanos en su oratoria,
persona diáfana,
el camino del bien proclama.
Siempre con su gente,
cuando llega la nueva vida,
cuando emprende el último viaje
de ligero equipaje,
en la enfermedad y salud,
en la vejez y juventud.
Aferrado a la nobleza de la humildad,
siguiendo a Jesús y su palabra,
pensamiento altruista
de una persona sencilla.
Su palabra como la semilla
en tierra fecunda germina.
Al despedirnos hoy como los buenos amigos,
no te decimos el gélido adiós,
te decimos hasta la vista.
(8 de enero del 2012)
Gracias por tener la mano tendida, gracias por tener la puerta siempre abierta, gracias por tus palabras de aliento, gracias por recordarnos el camino del bien, gracias por recordarnos que debemos cuidar nuestras iglesias y ermitas, gracias por tus palabras llenas de contenidos, llenas de valores, gracias por preocuparte de nosotros.
José mariano seral
Don José Maria Aso 20/02/2022
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