La lluvia domestica la tierra endurecida bajo el yunque del sol,
la reja acerada entra en el surco “temperoso”,
abre con delicadeza la damajuana del almizcle a tierra recién arada.
El patatal con sus flores al viento
atesora su fruto bajo la coraza del “vallo”.
La minglanera se engalana
con sus pétalos de carmín,
en lontananza te susurra: “admírame”.
José mariano seral
Contemplar el lienzo del campo
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