En el ribazo de la balsa
persiste a los embates del tiempo
el mástil de roble de un viejo ceprén
como la mesana de un velero encallado,
hoy en el eje metálico oxidado de la horquilla
ya solo gira el haz del sol entre las zarzas y las hojas de higuera,
con sus labios resecos se bebe el agua del estanque por evaporación.
En antaño llenaba el pozal de hojalata
y con el contrapeso del otro extremo,
desafiando a la ley de la palanca,
a modo de balancín lo elevaba hasta la rasa,
regaba los tomates, las ensaladas, los pimientos…
josé mariano seral
Ceprén o balancín
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