Ceder las cuerdas vocales a las yemas de los dedos,
en un grito acerado,
onomatopéyico en el zaguán todavía recién nacido,
verbo frente al crepitar de la lumbre ya adulto.
j. mariano seral
Foto: Casa por casa de Fernando y Ana Biarge
¡Ah de la casa!
Comentarios desactivados en ¡Ah de la casa!