Archivos de la etiqueta: mariano seral
Volver al redil

Cuando el sol ya sosegado, colgaba el candil de luz blanca de la luna en la órbita elíptica, se escuchaba una melodía campanil de esquilas y cuartizos in crescendo por las callejuelas del pueblo, al regresar el rebaño a la majada con almizcle a tomillo, a romero, a mies…, en las hebras de su lana. Mi padre abría el redil… Leer más »
Fotogramas

Crecen las semillas de garbanzos con su pose estático sobre el pedestal del surco, como mimo sobre pódium con corona de hojitas de laurel. Fotogramas retenidos en el reloj de sol, que cobran movimiento en el carrusel del praxinoscopio sábado tras sábado. Mientras la aguja del segundero, proyecta lentas sombras chinescas sobre la fértil tierra, en espera del aleteo de… Leer más »
Amapola de camino

Donde la mano bondadosa del labrador me cede un pedacito de tierra fértil, como jardinera de hojalata en el alfeizar, extiendo mis hojas escarlatas y declamo al viento mis versos bucólicos, mientras, reclinada en el trigal que hace la ola bajo el malecón de la Sierra, me tomo en una tacita de loza verde, un sorbito de átomos amarillos, como… Leer más »
Cabina telefónica

Como disco de vinilo tras el reflejo del vidrio del escaparate, se exhibe la cabina telefónica en la Plaza Zaragoza. Añora esos tiempos en los cuales incluso fueron protagonistas en los fotogramas cinematográficos. Echa de menos hilvanar: verbos, adjetivos, pronombres…, en hebras de cobre. De vez en cuando habla con su amigo el Buzón de Correos, que le cuenta que… Leer más »
Mi opinión una vez leído: El huerto de Emerson, de Luis Landero

Una vez más, Luis Landero, haciendo honor a ese titulo que se ha ganado, de ser uno de los mejores novelistas españoles, lo revalida y asciende un peldaño más en esa escalera de la escritura con su última novela, “El huerto de Emerson”. El libro se divide en quince capítulos, en el primero, “Tiempo de vendimia”, como si fuese el… Leer más »
San Lorenzo 2020
El canto de los grillos

Suspira el mes de julio, desde el acantilado de la última semana, resignado respira la fragancia a mies, mira de refilón al mes de agosto, tan solo le restan unos pocos días, acomodados sobre las alineadas carreras de parva recién segadas, que en pocas lunas serán engullidas y comprimidas por ciclópeas empacadoras en paralelepípedos cambiando la vestimenta del campo, confiriéndole… Leer más »
Secretos

-¿Quién es mi niño…? -¿Quién es mi niño…? Yo levantaba mis inocentes ojitos verdemar desde lo más profundo de la ensoñación en mi cunita y con expresión risueña contemplaba a una señora, que con voz de parvulario me repetía sílaba a sílaba una y otra vez como si las masticase: ¡A_bue_la! ¡A_bue_la! ¡A_bue_la! Repite conmigo ¡A_bue_la! Luego llegaba un señor… Leer más »
La llama de la vida

Anaís tras pasar las mañanas en la Universidad de Filosofía, por las tardes acudía a casa de su abuelita Adelaida para cuidarla. Mientras dormitaba en su mecedora de nogal, Anaís estudiaba a Sócrates, Platón, Tales de Mileto…, de vez en cuando Adelaida se despertaba y Anaís se acercaba hasta ella y le atusaba con gran cariño el cabello ya plateado…. Leer más »
Encontrar la llave

Escudriñar y encontrar en el fondo del baúl entre viejos documentos de tacto apergaminado, junto a los álbumes de fotografías en blanco y negro, enmarcadas con un halo ambarino burilado por el tictac del reloj, la llave forjada en la candente fragua, bajo el repique poético del martillear del herrero sobre el yunque, donde se rinde el indómito metal. Llave… Leer más »
La maestra

Desde mi habitación escuchaba el tintineo amortiguado de la cucharilla en la loza disolviendo el azúcar en el tazón de leche. Mi mamá entró en mi cuarto y abrió las contraventanas: -¡Venga gandul levántate! ¡Es hora de ir al colegio! Yo me parapeté tras un gurruño de sábanas. Pero mi estrategia de hacerme el dormido no funcionó muy bien y… Leer más »
Semillas, vocales y consonantes

Cuando ya tan solo era un niño de cuatro años, apenas hacía una década que había llegado la mecanización al campo. Todavía pude ver el trillo de perdernal, el brabán oxidado, la aventadora Ajuria, el rusar de reja afilada…, arrinconados en la esquina del olvido de la era o del pajar, hasta que volvieron a adquirir protagonismo convirtiéndose en objetos… Leer más »
El pastoreo y su técnica

Hebras de lana impregnadas con aroma a romero, a tomillo, a gramíneas…, en mitad del camino me hallo, en medio de un rebaño, embebido por el sonido campanil de las esquilas. El pastor se sitúa a la cabeza y todas las ovejas le siguen, se detiene y ellas permanecen inmóviles como estatuas de sal a la espera de una nueva… Leer más »
La manzanilla

Cuando tan solo era un niño de cuatro añitos, recuerdo haber ido en alguna ocasión con mi papá y mi mamá a recoger manzanilla. Si el año era lluvioso, en primavera entre los verdes sembrados de cereal crecía la manzanilla, para mí era como la sonrisa del campo, con su coloristas estambres amarillos y sus frágiles pétalos blancos como la… Leer más »
Donde el viento me lleve

Nubes que viajan por los raíles de las isobaras con sus vagonetas abstractas, las más distinguidas con nombre propio, repletas de finas gotitas de lluvia, de copos escarchados, que se lanzan al vacío sobre las montañas escarpadas, sobre los disciplinados sembrados, sobre los tejados oblicuos, para terminar navegando por los arroyos cantarines, por los riachuelos en su viaje hacia la… Leer más »
San Vicente 2020 – Huesca

La llama silente por unos instantes dibuja hadas en el cielo con su fino pincel escarlata. Al verme se alegra, rompe el silencio y crepita, su apasionado beso quema mis labios ateridos. Obsequiosa compone cabriolas que se tornan en sombras chinescas. Los leños alimentan el fuego, la lectura la escritura, los sueños la ilusión de vivir, las fiestas la convivencia…. Leer más »
Cuando menos piensas

Arcadio siempre fue un muchacho amigo de la guasa. Cuando terminó a trancas y barrancas el bachillerato, sus padres le lanzaron un ultimátum: – ¡Hijo!, o sigues estudiando o te pones a trabajar. Por esas fechas a Arcadio no le seducía ni una cosa ni la otra, tras el severo acoso al que se veía sometido por sus progenitores, para… Leer más »
Tomar el sol – Coscullano, 04/01/20

Encaramarse unos metros por encima del manto blanco contemplar su ir y venir, como la mano del adulto en su juego que oculta su rostro ante la sonrisa del niño ¡ahora me ves! ¡ahora no me ves! El cielo azul se toma unas vacaciones invernales recostado sobre su esterilla toma el sol. j. mariano seral
El niño que llevas dentro

Zarek a sus cincuenta años cuando llegó a Cracovia, se compró por Amazon una pala Bellota de hoja estampada y mango de fibra para abrirse camino entre el cristalino manto blanco, pero ese año nevó en toda la ciudad menos en su plaza que apenas se tiñó de blanco. Al año siguiente, en febrero, quiso estrenar la pala y plantó… Leer más »
Coscullano

Caminar, sentir la tierra mullida bajo mis pies la brisa matinal dibuja cabriolas de vaho en mis labios, levantar la vista y contemplar el horizonte donde la Sierra bebe un sorbito de cielo azul, a sus pies el roble tachona con delicadeza el paisaje de dorado, la semilla en el surco de tierra temperosa germina con sus frágiles hojitas irisadas… Leer más »
Huesca, Porches de Galica
El socavón bipolar

El socavón bipolar Miro al socavón de tú a tú, yo izado al borde del bordillo, él ayer ceñudo y malcarado que destripaba ruedas con sus dientes de sierra, hoy alegre con inocente antifaz de cielo azul aniñado y cálido abrazo de frágiles manos de hojas secas, mañana ¿quién serás? j. mariano seral La escalera de papel – mi aportación… Leer más »
Cantera de ruedas de piedras de molino

En la zona oeste se localizó recientemente (2019) una cantera gracias a Ángel Arellano gran conocedor del terreno y Eugenio Monesma concluyó que se trataba de una cantera en la cual se extraían ruedas de piedra para molinos harineros. Cito a Eugenio Monesma: Este es uno de los resultados de la caminata de ayer por tierras de Coscullano (30/11/19). Ángel,… Leer más »