Enhebrar un verso de labranza
en la argolla oxidada
que teje la historia,
tal vez de un burrito apellidado Platero.
En el silencio de los pueblos lo llamo con un verbo mudo
solícito me sonríe con sus pupilas de azabache.
j. mariano seral
Las fachadas y sus reseñas
admin
30 agosto, 2020 Comentarios desactivados en Las fachadas y sus reseñas