Como un joyero esférico que abre con ternura sus yemas escarlatas, con la luz del alba que modela como orfebre sobre la hoja de mayo, se despierta sigilosa la flor del granado, como la bailarina que atesora el cofrecillo musical con su tutu de pétalos acampanados. Frente a la “minglanera”, en el ribazo del aljibe del huerto, su pareja de… Leer más »
Esa agenda revestida con cuero de becerro, era más codiciada para los alumnos de tercero de bachillerato, que el Santo Grial para los más afamados coleccionistas. Sus hojas emanaban el almizcle a pergamino, y su tacto era como el de vitela. Los bordes habían adquirido el cromatismo dorado que deja el uso continuado de las yemas de los dedos, que… Leer más »
Cantan jubilosos los grillos como preludio de día caluroso, en el cielo azul las nubes construyen sus efímeros castillos en el aire, como los del no tan niño de átomos de arena en la playa acrisolada. Las “alborzas”, coquetas, en el ribazo del olivar, se pintan con delicadeza los labios con carmín. Las espigas entran y salen en la fragua… Leer más »
Ayer aleteo de pétalos blancos mecidos por la suave brisa. A la luz de la luna de las flores, conjuga con sigilo el verbo presente sobre el surco, tornándose en vaina preñada, que dará fruto como poema manuscrito sobre pergamino de vitela, que alecciona con su moraleja. José mariano seral
Acabo de finalizar la lectura de la novela “Tomás Nevinson”, de Javier Marías. Cuando leí la contraportada en un stand de la Feria del Libro de Huesca, debo reconocer que por unos instantes dude en si comprarlo o no, ya que el marco en el cual se encuadra la acción, no es santo de mi devoción, pero al ser uno… Leer más »
– Cucú, cucú…, – escucho en lontonanza el canto del cuco amortiguado, como si jugase al escondite entre la recamada fronda, yo, encaramado en la cofa del olivo no logro avistarlo, mientras, continuo con la poda entre orondos troncos y altivas copas, para que continúen recopilando anillos concéntricos de historia, en el índice el primer capítulo bajo el epígrafe de… Leer más »
En lontonanza campos de tulipanes de Van Gogh, en cercanía amapolas de los caminos de Machado. Trigales como tablas de faquir, sobre átomos de brisa tremola el Santuario, como sillares de alcázar en el aire. Escribe paciente el campo sus versos, con tinta adjetivada, aromática, sonora, en el surco de tierra, el poeta solo los trascribe sobre vitela. j. mariano… Leer más »
Coger un puñado de tierra, que se desmiga como una hogaza de pan tierno recién horneado, y respirar su embriagador almizcle a campo recién arado, vientre materno de la semilla. Cuando la mano del labrador la deja de barbecho, afloran esas miles de semillas, de amapolas, de margaritas, de camomila…, que dormitan orilladas en el ribazo como perseidas tras la… Leer más »
Portalada que da luz al zaguán, como ojo que parpadea al alba blanca. Bajo sus dovelas, su holgura rinde pleitesía a Platero, para que se adentre con la carga sobre la albarda. Jaspeada con remaches, rechina la cerradura que despierta la estancia, como el trino de las golondrinas abren la primavera, que pivota sobre los goznes de los pétalos de… Leer más »
Humilde es la flor del olivo, como herradura oxidada en el ribazo del camino, no será el reclamo de su colorido quien le otorgue la portada de la revista Time, ni el cortejo del sutil aleteo de la mariposa, mas es el verbo de la aceituna, verde, grana o azabache. Sentir admiración por los olivos más longevos, que te anudan… Leer más »
A Chispita siempre le complació ser independiente y no le gustaba que la etiquetasen como se diría hoy con el hashtag de “#”gato doméstico, le satisfacía vagar por el campo en plena libertad y corretear por los apiñados tejados del pueblo. Tampoco renunciaba a sus siestas matinales, bajo el tibio sol invernal en el viejo corral, sobre un mullido lecho… Leer más »
Zarpan con premura las nubes varadas en las escarchadas crestas calizas de la Sierra. Reman los atléticos átomos de agua con sus palas de cierzo, como galantes gondoleros frente a la plaza de San Marcos, con sus recamados antifaces carnavalescos. A popa una efímera estela de pétalos de amapola se amortigua en tu pupila, como el eco quedo entre las… Leer más »
Mi padre colocó losa a losa de piedra arenisca con minuciosidad, encajándolas una a otra como si fuesen un mosaico de fina porcelana, sobre la irregular superficie del viejo corral. Junto a un pilar de sillarejo, como si se tratase de un vástago al que aferrarse, plantó una parra, que fue colonizando el recinto, año a año desembarcaba con su… Leer más »